El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento. Este derecho reconoció el acceso de todas las civilizaciones a agua potable suficiente, segura, aceptable y accesible (física y económicamente).
Desde entonces, la infraestructura ha mejorado significativamente en todo el mundo, sin embargo, el 29% (2.200 millones de personas) de la población de la Tierra todavía vive sin agua potable administrada de manera segura.
La OMS estima que para 2025, la mitad de la población mundial vivirá en condiciones de escasez de agua. Con la falta de servicios de saneamiento y gestión de residuos, establecer un almacenamiento de agua adecuado y la recolección de agua de lluvia puede ser casi imposible.
Incluso con Canadá que alberga el 20% (9% del agua dulce renovable del mundo) de las reservas de agua dulce del mundo, estos problemas permanecen cerca de casa. Casi el 73% de los sistemas de agua de los pueblos indígenas en Canadá tienen un riesgo de contaminación medio o alto.
¿Qué se puede hacer para ayudar a la crisis mundial del agua?
¿Cómo pueden las personas ayudar con la prevención de la pérdida de agua?
¿Qué alternativas de almacenamiento tenemos?
¿Qué define el agua segura?
Los humanos necesitan en promedio 3.7 litros y 2.7 litros de ingesta diaria de líquidos para hombres y mujeres, respectivamente. Este número aumenta en climas más cálidos.
Si bien esto no parece mucho, las comunidades de todo el mundo aún viajan más de 30 minutos para obtener agua potable.
Pero, ¿cuál es la definición de agua potable segura?
En pocas palabras, la seguridad se describe como no causar daños durante períodos cortos o largos de consumo.
Esto requiere que el agua esté a un nivel de pH razonable y carezca de contaminantes, como patógenos y heces. Los niveles seguros de minerales son relativos a la definición de agua potable segura de cada país.
¿Cómo pueden ayudar las personas?
Como se mencionó anteriormente, la mitad de la población mundial vivirá en áreas con escasez de agua dentro de media década.
Para combatir las desigualdades, el aumento de la población, el cambio climático y la escasez de agua, las comunidades y las personas deben tomar medidas. Al reutilizar las aguas residuales, recuperar agua, recoger agua de lluvia y regar las aguas residuales, las áreas pueden reducir drásticamente los desechos.
Si bien muchas de estas iniciativas son proyectos a largo plazo, muchas personas pueden buscar preservar el agua con su propio tanque de almacenamiento de agua económico.
Tanques de almacenamiento de agua con tecnología antimicrobiana incorporada
En tiempos de escasez, una de las formas más fáciles para que los residentes mejoren su acceso al agua es la simple adición de tanques de almacenamiento de agua (también conocidos como cisternas de agua).
Estos contenedores de almacenamiento de agua están disponibles en muchos materiales, más comúnmente plástico (PE de rotomoldeo y PRFV), concreto o acero.
Construidos para almacenar agua en cualquier local, estos tanques de almacenamiento de agua vienen en una variedad de tamaños para adaptarse al tamaño de su familia o comunidad.
Desafortunadamente, las bañeras de acero pueden ser bastante caras y son susceptibles a la corrosión.
Las opciones concretas son resistentes, pero son extremadamente pesadas y generalmente requieren maquinaria costosa para colocarlas en su lugar.
Los tanques de agua residenciales de plástico (polietileno o polipropileno) son la opción más económica y liviana de los tres materiales populares.
El plástico también es ventajoso ya que los aditivos antimicrobianos pueden incorporarse directamente en la estructura durante el proceso de fabricación.
Las tecnologías antimicrobianas evitan el crecimiento de bacterias que provocan olores y manchas no deseadas y ayudan a prolongar la vida útil del tanque de almacenamiento de agua.
Cómo funciona Ultra-Fresh para prevenir los olores y las manchas causadas por bacterias
Las fotos a continuación son representativas de cómo un producto tratado con antimicrobianos evita que se produzcan manchas.
Dos tanques de almacenamiento de agua, uno tratado con antimicrobiano Ultra-Fresh y otro sin él, fueron probados utilizando la norma ISO 22196.
Se agregaron las mismas cantidades de bacterias (E. coli) a cada muestra y luego se incubaron durante 24 horas. Posteriormente, ambas muestras fueron evaluadas para determinar cuántas bacterias quedaban.
Como se ve en las fotos a continuación, se recuperaron grandes cantidades de bacterias de la muestra del tanque de almacenamiento de agua sin tratar. En contraste, no se recuperaron bacterias del tanque de almacenamiento de agua tratada con antimicrobianos.
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La tabla a continuación muestra cómo funciona una cisterna de agua tratada con antimicrobianos con el tiempo.
Se añadió la misma cantidad de bacterias a un recipiente de almacenamiento de agua con tratamiento antimicrobiano, y también a uno sin tratamiento antimicrobiano.
Según el método de prueba ISO 22196, las muestras se incubaron durante 24 horas a 37C. Posteriormente, se determinó el número de bacterias restantes.
Las bacterias en el plástico no tratado crecieron exponencialmente (de aproximadamente 50,000 a casi 500,000).
Sin embargo, la cisterna de agua tratada Ultra-Fresh, tenía 99.9% menos bacterias en comparación con la muestra no tratada después del mismo período de tiempo.
Por lo tanto, la conclusión es muy clara: menos bacterias = menos olores y manchas.
La incorporación de la tecnología antimicrobiana ofrece un producto que se mantiene más limpio.
Mantenimiento del tanque de almacenamiento de agua de plástico
Las cisternas, incluso con aditivos antimicrobianos, requieren mantenimiento y limpieza de rutina para preservar su utilidad de por vida. Varias agencias gubernamentales lo recomiendan para limpiar su tanque de almacenamiento de agua al menos una vez al año.
Además, las siguientes actividades deben seguirse con la limpieza para garantizar que no haya contaminantes presentes. Éstas incluyen:
- Construcción o reparación alrededor de la cisterna.
- Inundaciones (tanques de almacenamiento de agua subterránea)
- Períodos prolongados de no uso (más allá del ciclo de recarga promedio)
- Evaluar muestras de agua para buscar bacterias
- Exposición prolongada al sol.
Cómo limpiar un tanque de almacenamiento de agua
Cuando llegue el momento de limpiar el almacenamiento de agua, querrá drenar, limpiar y desinfectar para una conservación óptima de los materiales y limitar las posibilidades de contaminación.
Remoción de escombros
Después de que su cisterna esté completamente drenada, querrá comenzar a eliminar cualquier residuo o sedimento con una lavadora a presión o un cepillo rígido.
Usando un trapeador (o una lavadora a presión), enjuague el tanque de almacenamiento de agua para que los residuos puedan eliminarse fácilmente con una aspiradora de líquidos (o un trapeador seco en caso de que no tenga una aspiradora de líquidos).
Verifique si hay daños como grietas o fugas (áreas como escotillas y respiraderos son susceptibles a problemas) antes de proceder a la desinfección.
Desinfección
Eliminar los microorganismos patógenos no se detiene en el tanque de almacenamiento de agua.
Las tuberías y los tubos también deben limpiarse para garantizar que su agua sea segura para beber.
Para desinfectar su tanque de almacenamiento de agua, comience llenándolo con agua.
Mientras se llena, comience a agregar lejía doméstica (cloro) a 50 mg / L de agua. Esto resulta ser 0.5 litros de cloro por 450 litros (100 galones imperiales) de agua no tratada.
Una vez que su cisterna se ha llenado con cloro diluido, abra los grifos de su hogar uno por uno hasta que huela el olor a cloro, luego cierre el grifo. Deje esta mezcla en su tubería y cisterna de agua durante al menos 6 horas para eliminar los patógenos.
A partir de aquí, deberá drenar la solución de desinfección. Evite drenar en cualquier lugar donde el agua superficial pueda verse afectada. Además, el cloro puede afectar las bacterias necesarias para los sistemas sépticos.
Enjuague el tanque de plástico de almacenamiento de agua y las tuberías con agua limpia haciendo funcionar cada grifo y retrete hasta que no haya olor a cloro.
Si es posible, pídale a su transportista de agua que espere a que vacíe su sistema. Es frecuente que llenen su cisterna después de enjuagar el cloro.
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